La experiencia macroeconómica de la Argentina muestra intensas fluctuaciones cíclicas, así como amplias variaciones en las tasas de crecimiento sobre períodos de varios años. Destacándose en el conjunto los últimos diez años por la elevada tasa de crecimiento promedio exhibida. Los flujos de inversión acompañaron y jugaron un papel central en las oscilaciones macroeconómicas. Esta última etapa logró revertir así el descenso en la tendencia que provocaron las salidas traumáticas de las dos décadas anteriores para retomar una proyección creciente de la tasa de inversión interna.