La clínica con niños y adolescentes se constituye como un campo posible de abordaje complejo y particular, sujeto a coordenadas que marcan al psiquismo como un psiquismo en constitución, donde la transferencia se presenta como múltiple, en tanto alrededor del síntoma, como plantea Maud Mannoni, se despliega un discurso colectivo que incluye al niño, a los padres y al analista. Es desde la clínica que se establece la relación entre lo intrasubjetivo y lo intersubjetivo, incluyéndose a los otros, a la pareja parental, al grupo social.
Intentaremos cercar el lugar de uno de esos otros que se infiltra en el dispositivo y que aparece como representante del cuerpo social: la institución escolar, posible de ser pensada como otro que ocupa un lugar en la constitución subjetiva, como ámbito privilegiado en que se presenta un amplio abanico de problemáticas, al mismo tiempo que ella misma puede resultar generadora de sufrimiento.
Asistimos a un momento de profundo vacío institucional cuyas consecuencias afectan a toda la sociedad, desarmando las redes sociales sostenedoras de la subjetividad. Cuando la ley y las instituciones dejan de funcionar en su contrato, y fracasan en su intento comprensivo de las mayorías, las problemáticas sociales se profundizan.