Sin duda alguna la idea de mejorar las condiciones agronómicas de los suelos de la Escuela Agrotécnica Salesiana de Uribelarrea no fue fruto de un chispazo momentáneo ni de una orden recibida, sino de una lenta maduración producida en mi espíritu a lo largo de veinte años por la confluencia de cuatro causas que influyeron profundamente en mi persona.