La investigación psicopedagógica y didáctica, y la investigación historiográfica no han caminado todo lo juntas que hubiera sido de desear. Incluso podemos decir que, basta tiempos bien recientes, se han ignorado mutuamente. Lo cual no ha impedido que en la práctica concepciones historiográficas y concepciones psicológicas y didácticas hayan estado y estén presentes en la configuración de la Historia enseñada. Pero esa presencia se ha realizado sin establecer una conexión adecuada entre ellas que permitiera una concepción coherente de la Historia enseñada desde todas las teorías que la alimentan. Y ello es una muestra más de las dificultades de establecer relaciones correctas entre Teoría y Práctica en la enseñanza.
El desarrollo de Ia enseñanza de Ia Historia desde que se constituye en disciplina escolar formalizada en el Siglo XIX, basta nuestros días, se ha visto, pues, afectada por esta situación en un asunto central Ia concepción misma de la asignatura escolar, o en términos actuales, la concepción del curriculum de Historia, de lo que debe ser en definitiva la Historia enseñada, con todas las implicaciones que conlleva: como la determinación de los contenidos, su misma definición y topología, la metodología didáctica y el papel de profesores y alumnos, las formas de evaluación ...