La Revolución Francesa ha sido, y sigue siendo, uno de los temas preferidos por la historiografía y aparece en los currícula de Historia tanto en el nivel primario, como en el medio o universitario. Sin embargo, durante mucho tiempo, historiadoras-es y enseñantes hemos parecido olvidar que este acontecimiento no significó un cambio político homogéneo para toda Ia sociedad.
Si bien algunos de los diferentes sujetos históricos, y sus prácticas, han tardado menos en subir a la palestra historiográfica - y en acceder a las aulas como objetos de enseñanza-, por ejemplo las diferentes clases sociales, otros han tardado mas tiempo en ser tenidos en cuenta. En el origen de este olvido se puede encontrar una labor de selección y ocultamiento de fuentes primarias y secundarias. Me refiero, para el caso de Ia Revolución Francesa, a los escritos de las mujeres revolucionarias excluidos, en razón del genero de sus redactoras, del interés de la mayoría de historiadoras-es y enseñantes basta hace pocos años.