En este trabajo nos preguntamos, entre otras cosas, si es posible -y si lo es cómo- transmitir la experiencia del terrorismo de Estado que tuvo lugar en nuestro país, a través de manifestaciones provenientes del campo artístico.
Para ello trabajamos con dos fenómenos del ámbito teatral, dos obras dramáticas: Máquina Hamlet, de Heiner Müller, y Señora, Esposa, niña, y joven desde lejos, de Marcelo Bertuccio. Si bien estas dos obras presentan características que las diferencian irremisiblemente -la primera fue escrita a fines de los años setenta del siglo pasado por uno de los dramaturgos fundamentales del siglo XX, un alemán de la ex RDA (República Democrática Alemana), quien falleció a fines de 1995; mientras que la segunda fue elaborada en 1996 por uno de los principales autores argentinos contemporáneos- ambas expresiones teatrales se proponen transmitir la experiencia del horror; en el primer caso, haciendo hincapié en las grandes catástrofes del siglo XX: las dos guerras mundiales, el nazismo, los campos de concentración, la Guerra Civil Española, los conflictos en Medio Oriente, etc.; en el segundo, teniendo como referente inmediato la experiencia del terrorismo de Estado que padeció nuestro país durante la última dictadura militar.