En las últimas décadas, la violencia ha pasado a ocupar las principales agendas de nuestras sociedades latinoamericanas. La literatura, en tanto se constituye como uno de los campos principales en donde se juega la producción del imaginario social de una cultura, puede brindarnos una mirada compresiva sobre este fenómeno. La realidad, en tanto múltiples producciones de sentido que la constituyen, se disputa todo el tiempo. Es un campo en pugna permanente. Y una de las múltiples versiones de lo real es la literatura. El objetivo de este trabajo es analizar cómo funciona, qué recursos utiliza, cómo se reproduce y circula la violencia, en algunas escenas de la literatura latinoamericana de fines de los años noventa y principios de este siglo. Nos abocaremos fundamentalmente al análisis de las siguientes novelas: Cárcel de árboles, de Rodrigo Rey Rosa; La virgen de los sicarios, de Fernando Vallejo; y 2666, de Roberto Bolaño.