En la llamada globalización, nuevas formas de exclusión referidas a la calificación, a la cultura, al territorio y al racismo reservan el espacio político a unos pocos, los ciudadanos, dejando en las fronteras a individuos desprovistos de participación y derechos transformándolos en extranjeros. La pregunta que se plantea es cómo han de reaccionar los órdenes jurídicos y políticos ante las personas que traspasan esos límites y cuestionan el vínculo entre ciudadanía y nacionalidad.
En el marco de este trabajo se intentará pensar la ciudadanía como un sistema de inclusión/exclusión de carácter histórico, en el cual la frontera que separa el adentro y el afuera de esta pertenencia política es objeto de lucha y transformaciones, desde la antigüedad hasta nuestros días. Así, a la luz de la problemática de los refugiados, se analizarán las fisuras y conflictos existentes que giran en torno al concepto de ciudadanía y de la práctica democrática contemporánea.