El presente artículo enlaza dos áreas de interés centrales para la comprensión de la industria cultural: la música y el cine. Entendiendo que su articulación adquiere una modalidad particular a partir del surgimiento del cine sonoro, analizamos algunas implicancias de la incorporación de las tecnologías sonoras en el cine. Éstas intervinieron de modo destacado en el debate acerca de la especificidad estética del cine, en la consolidación de un modo de representación, en la construcción de audiencias masivas y en la configuración de la experiencia espectatorial cuyas consecuencias, lejos de reducirse al ámbito cinematográfico, resultaron fundamentales para el desarrollo de la industria de la cultura en su conjunto. A partir de considerar la condición eléctrica del dispositivo fonográfico y situando así la problemática de la reproducción eléctrica del sonido en la perspectiva de la economía política de la cultura, destacamos los alcances de esas transformaciones a la luz de su integración en el desarrollo de la industria cultural a lo largo del siglo. Particularmente, indagamos la dimensión ideológica explorando las formas de conciencia generadas por -y manifestadas en- la producción y articulación de las industrias discográfica y cinematográfica.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)