Tomando como punto de partida la adaptación teatral que Álex Rigola realizó de 2666, la obra póstuma de Carlos Bolaño, se proponen una serie de reflexiones en torno a las fronteras de la expresión teatral, sus relaciones con la historia reciente y sus posibilidades como medio de pensamiento social. Tomando como eje principal el cuarto acto de la obra (un acercamiento al feminicidio que sigue teniendo lugar en Ciudad Juárez) se realiza un estudio sobre la re-presentación de los cadáveres, los distintos usos del nivel y la eficacia del símbolo y las connotaciones morales que entraña cada caso.