El presente trabajo se propone mostrar un vínculo posible entre narratividad y subjetividad. Problematizaremos la relación entre el conocimiento y la narrativa a partir de la distinción “realidad-objetividad” desde el trabajo del filósofo mendocino Arturo Roig, El cuento del cuento, y luego esbozaremos una pedagogía que tome en cuenta esta distinción, y la de una infancia no estereotipada.
Cuando en general se habla de narrativa, suele ésta ser acotada al ámbito de la literatura culta, a la escritura de ciertos géneros como novelas y cuentos. Intentaremos ampliar esta noción, vinculándola a los procesos de subjetivación a través de los cuales nos constituimos en quienes somos. Desde este punto de vista, la narrativa no está desprovista de elementos ideológicos, por tanto, los discursos están enmarcados siempre, además de su contexto espacio-temporal, a un determinado pensamiento que anima determinadas prácticas sociales. En este sentido, podemos decir que somos lo que, desde los discursos dominantes, se hace de nosotros, y aquí el lenguaje nos condiciona a determinados estereotipos. Frente a esto, referiremos también al lenguaje una función liberadora, en tanto permite poner en cuestión los discursos dominantes.