Hacia 1973, Jorge Romero Brest, quien fuera director del Centro de Artes Visuales del Instituto Di Tella –visualizado por los grupos de izquierda ligados a la cultura como la “voz cantante” de una deriva “despolitizada” de la vanguardia y propulsor de la “internacionalización” del arte local– se convertía en el responsable de la columna de artes plásticas de la revista Crisis.
El lugar del crítico en esta legendaria publicación cultural que en los tempranos 70 supo ser portavoz de intelectuales, escritores y artistas comprometidos con la izquierda nacional, es sin duda un lugar de “borde”. Este trabajo busca indagar acerca de los debates, cruces y tensiones que sus concepciones acerca de la relación entre el arte y la política desataron en las páginas de Crisis, en un contexto de radicalización política y social, que tenía también su correlato en el campo del arte, las ideas y la cultura.