En el contexto del conflicto reciente que involucró al Poder Ejecutivo Nacional y a los principales medios de comunicación privados, emerge la creencia expresada en el enunciado: “no hay que matar al mensajero: los medios sólo reflejan la realidad”. El trabajo se propone abordar las implicancias de la creencia como marco representacional que estructura el accionar político de los sujetos en disputa.