La presente investigación realizada en el marco de la Licenciatura en Ciencias de la Comunicación de la Universidad de la República (Montevideo – Uruguay) arribó, por lo menos, a cuatro conclusiones básicas:
a) Que la integración de las redes sociales generadas y sustentadas en MI presentan una fuerte asociación con las redes generadas cara a cara.
b) Que por ese motivo el uso de múltiples identidades o identidades falsas es mínimo, puesto que quien mintiera estaría arriesgando su credibilidad ante sus relaciones cara a cara.
c) Que el grado de fortaleza de los lazos establecidos entre los usuarios está determinado, al igual que en las relaciones cara a cara, por la cercanía afectiva o laboral. Y en tal sentido, que existe un primer círculo de relaciones densas y por tanto de lazos fuertes; otro intermedio con el cual se intercambian diálogos en forma más esporádica; y un tercer círculo periférico en el que predominan los lazos débiles e incluso se produce el mayor número de exclusiones (borrado o bloqueo) de integrantes de las listas de contactos.
d) Que la vida social en Internet es más rica entre quienes poseen sus propias computadoras y tienen acceso 24 horas sobre 24 horas que entre quienes deben depender de los servicios prestados por un ciber o un centro comunitario. Y que si bien estas dos últimas posibilidades de acceso son democratizadoras, no lo son tanto si no garantizan al usuario privacidad y la posibilidad de acceder por el tiempo que necesita.