A partir de los años 1990, e intensificándose después del 2001, la creciente presencia de las Compañías Militares Privadas en los escenarios conflictivos del mundo llama la atención de la opinión pública y genera un gran debate. En la Guerra del Golfo de 1991, la relación de miembros de las fuerzas armadas desplegados en el teatro de operaciones y contratistas civiles era de 36 a 1 y en las fases iniciales de la Invasión a Irak de 2003 la relación disminuyó a 10 a 1. Después de la toma de Bagdad y con la fase de reconstrucción del país ocupado, la proporción continua con su tendencia llegando a septiembre de 2007 con un total de efectivos de las fuerzas armadas desplegados en el teatro de operaciones iraquí de 150.000 soldados, complementados por un número de 160.000 contratistas civiles. Nos proponemos analizar el tema de las Compañías Militares Privadas: Mucho más que solamente un acontecimiento impactante y trágico por el escenario en el que actúan, el fenómeno actual de los “mercenarios” es evidenciado como el surgimiento de estas organizaciones armadas no estatales, sin embargo no se trata de una entidad coyuntural, y sabemos que desde hace miles de años los mercenarios han sido un factor de peso estructural en la Historia Militar.