Este trabajo surgió a partir de los desarrollos planteados por el proyecto “URE-AM 2. Políticas de uso racional de la energía en áreas metropolitanas y sus efectos en la dimensión ambiental” llevado a cabo en el Instituto de Estudios del Hábitat (IDEHAB) de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UNLP. En dicho proyecto se propuso, entre otros objetivos, el desarrollo de un modelo sistèmico que pudiese estimar la calidad de vida de la región bajo estudio, a partir de una serie de índices (conjunto agregado de variables) e indicadores interrelacionados.