El objetivo de este ensayo es introducir la reflexión de Walter Benjamin sobre el arte y la técnica en un horizonte categorial mucho más amplio que el acostumbrado para leer el famoso texto sobre la reproductibilidad técnica de la obra de arte. Ese horizonte es el de la unidad cultural de política, teología y filosofía. Se trata de exponer un pasaje: desde el modo tradicional de comprender el problema del aura a partir de categorías estéticas hacia una comprensión más amplia a partir de lo (im)político. Un primer paso es la exposición de la vinculación entre técnica y praxis política, que Benjamin mismo realiza en algunos pasajes de ese ensayo de 1935. En segundo lugar, se introduce la categoría schmittiana de “estado de excepción” para demostrar la importancia de lo teológico y de lo político mismo, en el pensamiento benjaminiano. Esa importancia está cifrada en el modo en que Benjamin usa lo teológico para pensar lo político como método del materialismo histórico.