Este trabajo parte del supuesto de que existen distintas memorias construidas a partir del relato del conflicto político de los años setenta en nuestro país y de la última dictadura militar, entre las cuales pueden enumerarse: la memoria salvadora, la memoria ciudadana y la memoria de la lucha. De esta manera, se pretende vincular estas memorias con dos procesos judiciales iniciados a represores de la última dictadura en distintos momentos históricos: el juicio a las Juntas, del año 1985; y el juicio a Etchecolatz, del año 2006. Siguiendo a distintos autores que afirman que la memoria ciudadana constituye un régimen de memoria, que logró establecerse en los años ochenta, la pregunta que subyace este trabajo es en qué medida la memoria de la lucha puede considerarse un nuevo régimen de memoria.