Las teorías de montaje han tenido su período de elaboración intensa a partir de los años treinta. Sin embargo, recurrentemente, se han visto influenciadas por otras corrientes del arte, pensamiento y modelos, que han sido incorporados para validar este dominio técnico y proceso discursivo. Este trasvase de ideas y conocimientos es tan intenso y contaminante, que finalmente ha hecho prevalecer las críticas formales sobre la solidez estructural teórica y práctica no solo como modelo global sino más aún, de sus conceptos más elementales, muchas veces por simples discrepancias ideológicas. En el presente artículo se desarrolla un análisis crítico y comparado de las principales corrientes teóricas del montaje cinematográfico y, como resultado, se advierte una sensible falta de coherencia para arribar a un modelo eficiente de construcción de los mensajes, tomando en cuenta que en las últimas décadas, el componente tecnológico a partir del cual se realizan los discursos ha llevado instaurar socialmente nuevas fórmulas retóricas que se alejan cada vez más de los planteamientos y conceptos tradicionales que mencionan los teóricos y autores de referencia en la especialidad.