Con la emergencia del andamiaje teórico-crítico del llamado giro lingüístico el pensamiento contemporáneo centró su atención en el lenguaje. El lenguaje, según esta concepción, dejaría de ser un mero instrumento, aquello que estaría entre el yo y la realidad, y se convertiría en una suerte de léxico capaz de crear tanto al yo como a la realidad. Si tenemos en cuenta este constructivismo radical, es decir, la idea de que los discursos ya no sólo descubren la realidad sino que la crean, habría que reconocer que el mundo aparece determinado únicamente por el lenguaje: al no existir más que múltiples interpretaciones y juegos del lenguaje desaparece la realidad exterior a los discursos. Y así desaparece el referente y desaparece el sujeto. Ante esta postura surgen preguntas que intentan reubicar la tensión entre las prácticas sociales y las abstracciones ideológicas discursivas que constituyen la escena por la lucha del sentido. Intentando reflexionar sobre este desafío, nos proponemos seguir los aportes a la noción representación de Louis Marin y Roger Chartier, y avanzar en el análisis de una imagen particular: la caricatura de Andrés Cascioli que apareció publicada en la tapa de la revista HUM® Nº 73 de diciembre de 1981.