Raquel Robles, hija de desaparecidos y miembro fundador de la organización H.I.J.O.S., ha publicado la novela autoficcional Pequeños combatientes. Se trata de un trabajo con la memoria en el que se explora el universo infantil de los hijos de desaparecidos a partir de una reelaboración del lenguaje de la militancia como forma de apropiación del legado paterno.
Este trabajo se suma a un corpus literario sobre el pasado reciente en la Argentina desde la óptica de los hijos que aparece como una voz diferenciada en el espacio de los Derechos Humanos. Esa voz incluye diversas inflexiones, desde la militancia más ortodoxa hasta la parodia más desviada de la doxa. El campo de la memoria se construye como un espacio de lucha por el sentido; en este ámbito, los textos elaborados por los hijos enuncian un trauma propio e introducen nuevos debates que impiden el congelamiento de una matriz de memoria ejemplar.