La transición a la democracia iniciada a fines de 1983 no fue simplemente la salida de la dictadura castrense comenzada en 1976 sino la ruptura con cincuenta y tres años de un sistema de dominación al que aquí caracterizaremos como una república militar en el que, si bien existieron etapas en las que las Fuerzas Armadas no gobernaron directamente, se trató de experiencias de poder originadas en golpes militares y clausuradas mediante iguales procedimientos.