En el proceso de integración europea, a lo largo de sus 51 años, podemos encontrar una línea coherente en sus principios e instrumentos: la búsqueda de la unión de los pueblos de los países miembros. Sabemos que la integración de las economías ha sido un mecanismo que los inspiradores del proceso de integración europea consideraban idóneo para buscar esa unión. Siendo los pueblos el epicentro de todo proceso de integración, corresponde indagar el grado de participación que éstos han tenido y tienen hoy en la construcción de la Unión Europea.