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El presente trabajo fue realizado en la reserva natural “Bahía San Blas”, ubicada en el sur de la Provincia de Buenos Aires, la cual posee un gran valor turístico, ecológico y productivo. Específicamente, se analizó a la pesca deportiva y a la pesca artesanal de Bahía San Blas y se relacionó su dinámica anual con la variación espacio-temporal del ensamble de peces marinos costeros. Además, se evaluaron algunas características biológicas y de interés pesquero de dos especies blanco de las pesquerías que se desarrollan en el área de estudio. Como resultado de la combinación de las metodologías de muestreo empleadas en esta tesis se registraron en la bahía 11 especies de condrictios, 26 de osteíctios y una especie de la Clase Petromizontida, con un claro predominio de peces de la Provincia biogeográfica Argentina. Para la evaluación del ensamble de peces se realizaron muestreos estacionales con redes enmalladoras de fondo en tres sitios del área sur de Bahía Anegada durante dos años consecutivos. En el análisis integral del ensamble se registraron seis especies ABUNDANTES (Mustelus schmitti, Cynoscion guatucupa, Odontesthes argentinensis, Myliobatis goodei, Micropogonias furnieri, Squatina guggenheim), ninguna CONSTANTE, tres como OCASIONALES (Brevoortia aurea, Callorhinchus callorynchus y Stromateus brasiliensis) y doce como RARAS. El análisis estacional de la riqueza específica, la CPUE y los índices del ensamble indicó en los tres sitios un claro patrón estacional de variación, en cual se destacó que los meses de primavera-verano (meses cálidos) presentan mayor diversidad de especies y mayor captura por unidad de esfuerzo en comparación con los meses de otoño-invierno (meses fríos). Este patrón de variación interanual se sostuvo en los análisis de asociación y de ordenación, en los cuales las estaciones de muestreo durante los meses cálidos se unieron como un grupo apartado de las estaciones agrupadas durante los meses fríos, y en ambos grupos la unión es independiente en cuanto a los sitios. Esta situación podría explicarse o bien con la migración y llegada de nuevas especies a la bahía durante la primavera o debido al aumento en la abundancia de especies que residen en la bahía durante todo el año. Las tres especies que más influyeron en la separación estacional son M. goodei, M. schmitti y C. guatucupa, tanto en número como en peso. Del análisis de redundancia se desprende que las variables ambientales temperatura del agua y salinidad son las que más influyen en la estructuración temporal del ensamble de peces de Bahía San Blas. La actividad deportiva en Bahía San Blas se desarrolla en la Playa de Grava y en la Playa de Arena donde se practica la pesca “variada” y también allí se desarrollan los torneos de pesca. Sobre el puente de ingreso a la bahía se practica una pesca dirigida especialmente a pejerrey y a lenguado. A su vez, la pesca embarcada se desarrolla alquilando embarcaciones propiedad de los guías locales y está dirigida mayormente hacia la pesca variada. La actividad deportiva mostró un carácter netamente estacional, concentrándose en los meses primavera y verano. La metodología “roving creel census” que se aplicó para caracterizar la pesca deportiva costera de Bahía San Blas incluyó un muestreo piloto para conocer los estratos y posteriormente un esfuerzo de muestreo de 63 días entre noviembre de 2008 y abril de 2009 (temporada I) cuando se realizaron 507 entrevistas y de 108 días entre junio de 2009 y abril de 2010 (temporada II) (excepto Mayo y Agosto de 2009) cuando se consiguieron 856 entrevistas. Estas fueron ideadas para relevar conjuntamente características socio-económicas y pesqueras. Entre las primeras se destacó que los pescadores de playa fueron mayormente adultos masculinos de entre 40 y 60 años de edad que vinieron desde distintas provincias del país a lo que consideraron el mejor pesquero recreativo de la costa Argentina. La corvina rubia fue la especie blanco preferida seguida de la categoría “sin preferencias”. Entre 30 y 40 cm se halló la medida escogida por la mayoría como talla mínima para retener la captura aunque el 21% advirtió que cada especie debería tener una talla mínima particular. Además, la mayoría desearía capturar todos los peces posibles durante un día de pesca. Se halló un patrón estacional en la valoración diaria de la jornada de pesca, siendo los meses de octubre, noviembre y diciembre los mejores calificados y los meses de verano los peores. A pesar de que la CPUE fue mayor a fines de primavera, el esfuerzo de pesca en ambas temporadas mostró una tendencia mensual creciente hasta alcanzar en enero el máximo valor y luego descendió para hacerse mínimo durante los meses de invierno y otoño. Al igual que otras pesquerías recreacionales, el esfuerzo en fines de semana fue mayor que en días de semana, a excepción de los meses vacacionales de verano. Este hecho se explicaría por la mayor disponibilidad horaria y por lo tanto la programación de la salida de pesca incluiría otras variables además del rendimiento pesquero (perfil “pescador recreacional”). En cambio, durante noviembre y diciembre predominaría el perfil de “pescador extractivo” cuya principal motivación de pesca sería la captura de peces y fue caracterizado en este trabajo por su mayor valor de equipo de pesca y por su participación en más salidas de pesca embarcada. Entre las capturas, la pescadilla de red y la corvina rubia constituyeron las principales especies blanco, ya que en conjunto aportaron más del 60% de la captura mensual en peso. Las capturas en número y peso fueron máximas en el mes de diciembre en ambas temporadas. Se estimó una captura de 193 toneladas durante la primera temporada y de 235 toneladas en la segunda. Los dos sciaenidos fueron capturados por encima de su L50, mientras que las tallas de captura de gatuzo se encuentran por debajo de su L50 y por ello se recomienda su captura con devolución. La pesca en el puente recibió un esfuerzo de pesca muy inferior con respecto a las playas. La CPUE fue mayor durante la primavera y las capturas fueron mayormente de O. argentinensis, las cuales superaron el 85% en todos los meses.La pesca embarcada se desarrolla en San Blas entre octubre y abril de cada año. Es en noviembre y diciembre cuando se realizan proporcionalmente más salidas de pesca en relación al número de turistas que ingresaron a la bahía y en enero cuando se produjo el mayor número neto de salidas de pesca. La CPUE estimada varió entre 6,8 y 8,1 peces por hora por pescador y las capturas se concentraron en pescadillas, corvinas, gatuzos y rayas. La pesca artesanal se desarrolló según un plan de operaciones consensuado con la autoridad de aplicación entre el año 2002 y el 2007 y a partir de ese año fue prohibida. La temporada de pesca era acotada entre octubre y mitad de diciembre de cada año y se realizaba con un máximo de siete redes agalleras de fondo de 105 mm de abertura por embarcación. Éstas, que sumaban no más de 16, eran tripuladas por residentes en el área para los que la pesca artesanal representaba el pilar fundamental de la economía familiar. El análisis de los desembarques permitió definir a esta pesquería como monoespecífica y dirigida hacia el gatuzo y por lo tanto no interfiere con las dos principales especies blanco de la pesca deportiva. Las capturas artesanales de gatuzo eran mayormente adultos, alcanzaban un total de 164 toneladas promedio por temporada, lo que equivale apenas al 2% de la captura de esta especie a nivel nacional. Considerando estos resultados la prohibición de la actividad se considera poco justificada. El análisis de las capturas experimentales de esta especie permitió identificar un patrón estacional en el que los gatuzos de mayores tallas se registraron en los meses cálidos y los meses fríos se caracterizaron por gatuzos de tallas menores. En este sentido, el análisis de asociación de sitios en función de las tallas de gatuzos demostró que las estaciones de primavera y verano conforman un grupo separado de los sitios de muestreo durante otoño e invierno. También fue durante primavera y verano cuando se hallaron hembras con crías. Las hembras alcanzan mayores tallas que los machos y sus L50 se estimaron en 56,3 y 54,3 cm de longitud total respectivamente. En cuanto a la CPUE, los mayores valores se hallaron en primavera, seguido del verano, otoño y por último invierno. Con base en estos resultados, se propone un uso estacional de la bahía como parte del ciclo de vida de la población de gatuzo que incluye la llegada de adultos a la bahía en primavera para el alumbramiento, posterior apareamiento y nueva migración en verano-otoño, y la permanencia de los juveniles en el área que funcionaría como nursery. El pejerrey escardón O. argentinensis posee interés pesquero deportivo y fue solicitada para su pesca artesanal en el área de estudio. La aplicación de técnicas de morfometría geométrica y de genética no diferenciaron los dos morfotipos de O. argentinensis que sí reconocen a simple vista algunos pescadores artesanales de la zona .Mediante muestreos mensuales realizados durante un ciclo anual pudo determinarse que el paño 32 es el más eficiente en cuanto al número de capturas de tamaño comercial. Sin embargo, este paño retiene incidentalmente un 20% en peso de gatuzo juvenil.Por otro lado, el análisis del valor medio mensual del IGS de O. argentinensis indicó un período reproductivo que abarca desde septiembre a noviembre con un pico en octubre cuando la temperatura se halló por debajo de los 20°C. Esta especie se comporta en el área de estudio a modo de un desovador total de unos 9380 ovocitos promedio por hembra por año. La estrategia reproductiva se modificó respecto de las poblaciones de latitudes más altas y se habría ajustado a las condiciones templadas de la bahía. Se halló que las hembras fueron más numerosas y alcanzan mayores longitudes que los machos (44 vs 40 cm) y sus L50 se calcularon en 27 y 28 cm respectivamente. Estas tallas son superiores a las registradas en el sur de Brasil y guardarían relación con las condiciones ambientales. El estudio de edad y crecimiento empleando escamas indicó que el crecimiento no difiere entre sexos y que el rango de edad de la población varía entre 1 y 7 años. Los parámetros de la curva de von Bertalanffy fueron: L∞ = 404 mm, k = 0,48 y to = 0,55. Estos valores están dentro del rango esperado para el género. Se halló una mortalidad media de 0,65 y una longitud óptima de 28 cm. Se destaca la escasez de ejemplares menores a 27 cm en las áreas muestreadas. El paño 32 mm utilizado por la pesca artesanal impacta en pejerreyes de 4 o más años que ya superaron la talla crítica y la de madurez y por lo tanto su pesca se practicaba con criterios precautorios. En caso de habilitar nuevamente esta pesca, es necesario restringir los permisos de pesca a los residentes locales, limitar los sitios habilitados para la pesca y las metodologías de captura para minimizar la pesca incidental de gatuzo juvenil. Finalmente, se concluyó que existe una relación directa entre la dinámica anual del ensamble de peces de Bahía San Blas y el esfuerzo y la CPUE de la pesca recreativa, y también entre el ciclo de vida del gatuzo y temporada de pesca artesanal. Se proponen medidas de manejo que propicien una administración sustentable del recurso pesquero.