Este trabajo pretende recuperar la tradición socialista latinoamericana que pone en primer plano la cuestión ética, aquella que ha destacado a José Ingenieros y a Ernesto Guevara, pero relegado en gran medida a Aníbal Ponce. Por esta razón, se iniciará el ensayo con una breve reseña de los giros del pensamiento ponceano para luego adentrarnos en su visión del humanismo, considerado menos una corriente filosófica que una forma de vida. Entonces nos ajustaremos a la lógica de una de sus obras centrales: Humanismo burgués y humanismo proletario, publicado por primera vez en 1938. Sobre esta base desarrollaremos nuestras reflexiones y polémicas con otros autores que con una lectura criticista han preferido subrayar los límites del pensamiento de Aníbal Ponce, en vez de destacar sus aportes y las formas en que fueron recuperados por otros intelectuales latinoamericanos. Así estas críticas se vuelven contra sus realizadores y su metodología cuando se releen los textos de Ponce a la luz de la época y con la preocupación que a él inquietaba: la urgente necesidad de la revolución y de la construcción del hombre nuevo.