En estudios previos hemos podido observar que en el estudio de las fuentes escritas que toman a la navegación aérea como su materia en los últimos años del siglo XIX y hasta los inicios de la Primera Guerra Mundial, por lo menos, se constatan hechos lingüísticos como la incorporación al lenguaje cotidiano de términos técnicos aeronáuticos con la consiguiente imprecisión ocasional en sus significados; gran variación léxica para designar los mismos referentes (por ejemplo, aeronave, globo, globo esférico, esférico, globo aerostático, aeróstato o aerostato son todas formas que se registran para designar al más sencillo de los aparatos menos pesados que el aire); así como metáforas náuticas y otras expresiones analógicas que remiten a la navegación marítima para hacer más comprensible la nueva realidad. Todos estos fenómenos en el uso de la lengua son uno de los indicadores del estado incipiente en la constitución de un primer conjunto de representaciones sociales sobre el mundo de la aerostación y la aviación.