La alta interactividad y las diversas herramientas de uso transformaron internet en un espacio cómodo para el usuario (Armañanzas, Dias Noci, Meso. 1996: p. 70), donde él puede exponer sus opiniones y producir información. Como consecuencia, ese proceso formó individuos más activos y exigentes delante de la web y de la comunicación ofertada por los periódicos digitales. Los lectores ya no son los receptores pasivos de nuestros mensajes. Ellos crean, comparten y comentan. Y ellos desean hacerlo también en los sitios web-noticiosos (Briggs. 2007: p. 34). Esas son algunas de las características de la evolución de internet, como consecuencia de una segunda fase de la Red, en la cual las páginas virtuales se presentan cada vez menos complejas al usuario y, por consecuencia, más maleables.