Si bien en las últimas décadas la consideración de la variable ambiental en el desarrollo de proyectos de Obras de Ingeniería se ha ido incorporando gradualmente en la visión de los tomadores de decisiones, evolucionando desde la mínima consideración de cumplimentar un trámite administrativo hasta la desestimación de alternativas, o aún de proyectos completos por cuestiones ambientales, todavía no se ha alcanzado un grado de integración que permita asegurar que los niveles de compatibilidad ambiental de las grandes obras sean objetivamente los esperados para garantizar condiciones sustentables de desarrollo.
Por compatibilización ambiental de un proyecto definimos al proceso que debe acompañar al desarrollo del mismo, a efectos de lograr que las potenciales consecuencias o externalidades negativas o positivas que se derivan de su implementación, se encuentren dentro de valores aceptables para el colectivo social al cual impactan, garanticen el mantenimiento de la línea de base estructural y funcional de los recursos naturales y se mantengan dentro de los límites que las leyes vigentes imponen.
La eficacia que puede alcanzar este proceso se encuentra directamente vinculada con el hecho de que el mismo acompañe al proceso de toma de decisión del proyecto desde etapas tempranas y hasta el final de la vida útil del mismo. Este acompañamiento al ciclo de desarrollo del proyecto permite ir profundizando la estimación de las consecuencias ambientales a medida que se definen más inequívocamente las características del mismo y se incrementa el nivel de inversión, permitiendo el desarrollo de herramientas predictivas de mayor complejidad y precisión.