El objeto del libro son las pulperías y los pulperos de la campaña bonaerense entre 1770 y 1820.
Los pulperos serían, junto a párrocos y militares, agentes valiosísimos del proceso de ocupación de la campaña durante el período, a pesar de no estar insertos dentro de una red institucional como estaban aquellos. Barral y Fradkin (2007) han señalado el despliegue de estas redes institucionales (eclesiástica, militar y miliciana, judicial y policial) durante el período, pero no se han detenido en aquellas redes que colaboraron con la ocupación del territorio y con la instalación del estado, sin estar vinculadas directamente a una estructura institucional. Los comerciantes minoristas y las pulperías fueron centrales para el proceso de ocupación fronterizo, incluso adelantándose algunos años a las redes con asiento institucional.