Este ensayo trabaja sobre los procesos de resignificación del “ser” ciudadano y cómo fue la representación mediática del “Ser ciudadano joven” en la catástrofe ocurrida el 2 de abril del corriente año en la ciudad de La Plata.
Cuando suceden estas hechos los descreimientos afloran, y las críticas se vuelven hacia los gobiernos de turno y la clase política (cuya responsabilidad es innegable). En estos planteos aparece una concepción abstracta del Estado, y creo que es un intento para encontrar una coartada que nos absuelva de pensar el problema en su complejidad y de eludir responsabilidades, incluso las sociales.
Esta visión es un problema sumamente complicado que pasa por una operación social, política y mediática, de tratar acotar las culpas y de sindicar a los responsables o de estigmatizar a los jóvenes que participaron activamente en la militancia, en la acción de la ayuda solidaria, uno de los claros ejemplos de cómo el Ser ciudadano sufrió una resignificación.