La democracia semidirecta, que cuenta con poco más de dos siglos de vida, enunció para la ciudadanía el modo de tomar decisiones políticas y crear normas jurídicas pero ¿la soberanía del pueblo como sujeto decisor en esos procesos es auténtica? A partir del análisis de la relación “normatividad-normalidad”, este libro evalúa si los mecanismos de democracia semidirecta obran como herramientas genuinas de la expresión de los votantes o si son alterados en la práctica por falencias en los procedimientos o manipulaciones de los reales detentadores del poder.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)