En español
En la Argentina hay 213 mil pequeñas y medianas empresas (pymes) y se calcula que el 80 por ciento de estas compañías son de carácter familiar. El origen de las pymes en nuestro país se remonta a los años ’50, cuando comienzan a crearse pequeños talleres y empresas que, con su producción, pretenden reemplazar la mercadería antes importada. La mentalidad del empresario nacional se forja incorporando un modelo de gestión que responde un mercado de fuerte demanda. Sin embargo, las condiciones actuales de los mercados difieren notablemente de aquel momento.
Las instituciones contemporáneas (no sólo las empresas, sino también las organizaciones de todo tipo, desde los partidos políticos hasta las entidades de bien público) se enfrentan al desafío cotidiano de construir y sostener un proyecto de comunicación global. Hoy en día es ineludible que una política comunicativa institucional integre sinérgicamente las estrategias de comunicación externa y las comunicaciones hacia el interior de la institución. Esta tarea requiere de un profesional capacitado en la materia, y es aquí donde el planificador comunicacional encuentra (o debería tratar de encontrar) un espacio laboral aún no desarrollado por completo.
En inglés
In Argentina there are 213 thousand small and medium enterprises (SMEs) and it is estimated that 80% of these companies are family. The origin of the SMEs in our country goes back to the 50s when they begin to set up small shops and businesses, with their production, intended to replace the goods imported before. The mentality of the entrepreneur is forged into a national management model that meets a market demand. However, current conditions in the markets differ significantly from that time.
Contemporary institutions (not just companies but also organizations of all types, from political parties to public entities) face the daily challenge of building and sustaining a global communication project. Today, it is inevitable that a communicative synergistically integrate institutional strategies for external communications and internal communications to the institution. This task requires a trained professional in the field, and here is where the corporate communicator is (or should try to find) a job not yet fully developed.