Toda tarea que en la actualidad se centre en un enfoque comparatista debería cuestionarse sobre sus fines, especificando en qué medida el trabajo podrá verse enriquecido con un plus de sentido que no se agote en el mero paralelismo por el goce del hallazgo en sí. En el caso que nos ocupa, hay que acotar que los críticos de Arlt hemos venido acentuando en la obra del escritor argentino una serie de procedimientos inusitados dentro del panorama rioplatense de su época, cuyo común denominador podría verse en cierta estridencia ajena a la mesura cultivada entre los miembros selectos de una comunidad que premiaba obras como Don Segundo Sombra.
Los aspectos formales de la narrativa de Arlt habían llamado, así, siempre la atención, especialmente cuando en ella se entrecruzaban en forma aparentemente inarmónica colores, luces y movimientos.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)