“La vivienda –no confundir con la casa o el hogar- es el asunto arquitectónico más sometido al proceso del perpetuo retorno. Cada cierto tiempo recupera protagonismo en los debates que atraviesan el puente, generalmente tras un período de aletargamiento u olvido. En el caso de la vivienda de promoción pública, este retorno tiene cada vez mayores dificultades para encontrar territorios de investigación en los que desarrollar nuevas formulaciones en sintonía con su tiempo más allá de la satisfacción de un derecho elemental o la resolución digna – que no es poco – de un sistema de ecuaciones mínimos”. Arquitecto Juan Herreros (España) Revista Arquitectura Viva Número 97. Barcelona. (2004) página 29.
Estas dificultades para hallar campos de formulación de nuevas propuestas en materia de Vivienda Pública, señaladas por el arquitecto Herreros, deben su razón de ser al empeño por repetir unas rutinas proyectuales apegadas a los paradigmas de la modernidad, que a su vez remiten a unos programas domésticos extraordinariamente rígidos; a la confianza en unos tipos que apenas sufren variaciones en cuanto tales, y a una nula reflexión sobre el espacio público, entendiendo que la vivienda termina donde comienza la ciudad y que ésta es objeto de estudio de otra disciplina. En el planteo de la vivienda publica, que a fin de cuentas abarca a toda la sociedad argentina, la disciplina arquitectónica tiene a asumir un papel muy secundario. La resolución del espacio de la vivienda se constituye, aparentemente como el último factor en la cadena de decisiones, aunque no debería ser el de menor importancia. En este escalofriante baile de cifras del déficit habitacional, no debería ser desdeñable el aspecto cualitativo de la vivienda pública. En este estado de situación, no someter a crisis los lineamientos de proyecto que dan origen al producto “vivienda” ofrecida por el Estado y simplemente continuar la repetición de tipologías del pasado, y además no atreverse a interpretar el presente para proyectar sus posibles correlatos con el futuro, es atentar contra los niveles mínimos de calidad de la vivienda pública en materia de habitabilidad. El objetivo de este trabajo es convertirse en una “caja de herramientas”, en tanto se incluye como parte integradora de un área propositiva, y establecer criterios de diseño y resolución constructiva para aproximar al proyecto de la vivienda pública hacia la adaptabilidad.