La red tiene cierta capacidad de absorber perturbaciones emitidas por los usuarios sin que se superen los límites de referencia que aseguran la compatibilidad electromagnética. Esta capacidad debe ser repartida entre los distintos usuarios de la red.
Como las perturbaciones -armónicas y flicker- son producidas por cargas no lineales y por equipos que demandan potencia eléctrica de una forma no constante, la compañía Distribuidora de electricidad debe controlar la emisión de las perturbaciones a la red por parte de los usuarios. Para ello están establecidos límites de emisión de perturbaciones para cada usuario conectado al sistema de distribución eléctrica.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)