Desde hace algunos años, el mundo globalizado determina un escenario comercial altamente desafiante para las Pymes. La necesidad de mirar hacia el mercado internacional hace que se enfrenten a un sinfín de dificultades no identificadas hasta el momento, surgiendo como alternativa la Asociatividad para la exportación.
Ésta es entendida por Ramón Rosales como “un mecanismo de cooperación entre empresas pequeñas y medianas, en donde cada empresa participante, manteniendo su independencia jurídica y autonomía gerencial, decide voluntariamente participar en un esfuerzo conjunto con los otros participantes para la búsqueda de un objetivo común.” Es decir, la competencia, es el nuevo nombre del juego de los negocios y la asociatividad la base fundamental sobre la cual se debe basar la misma, particularmente para las Pymes, no sólo para sobrevivir sino para desarrollar ventajas competitivas. A pesar de que la modalidad asociativa de Consorcios o Grupos de exportación en Argentina posee una vida siete años, constituye la clave para el crecimiento de las exportaciones. Aquí se destaca el rol de la Fundación BankBoston y la Fundación Exportar, quienes los fomentan desde entonces y han logrado recientemente la aprobación de la ley 26.005 que llega para ocupar el vacío legal existente hasta el momento.