Desde hace un tiempo, y como repetición tétrica de lo sucedido hace cuatro años respecto de Irak, el Presidente norteamericano está acusando a Irán de llevar adelante un plan para tener armas de destrucción masiva, y de ser el desestabilizador de la región del Oriente Medio.
La realidad, no obstante, parece desautorizar al Presidente norteamericano, pues en la práctica opera con más efectos desestabilizadores el Irak “democratizado” y controlado por los Estados Unidos de América que la República Islámica de Irán.
Una vez más, el desconocimiento cultural y la falta de visión política de Occidente pueden llegar a ser, sí, los causantes de un grave proceso de desestabilización e inseguridad en la región, a partir de haber liberado fuerzas incontrolables en Irak.
Solamente el diálogo de todos los sectores interesados, con una agenda sin límites, podrá volver las cosas al cauce del cual peligrosamente se están saliendo en el Oriente Medio.