Este artículo forma parte del trabajo que el autor viene desarrollando en el marco del Centro Interdisciplinario de Investigación, Docencia y Asistencia Técnica sobre Mercosur de la Universidad Nacional de Rosario (CIDAM), con el Proyecto de Investigación y Desarrollo “Los Nuevos Regionalismos y la contigüidad territorial como factor dinámico de la Integración”. En los últimos años las Unidades administrativas subnacionales que participan tanto del Comité de Frontera NOA-NORTE GRANDE (Noroeste argentino- Norte chileno), como del proceso más abarcativo que es la Zona de Integración del Centro Oeste de América del Sur (ZICOSUR), que incluye a regiones, provincias y departamentos de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Perú; vienen desarrollando cada vez más sus relaciones interregionales, en el primer caso que nombramos con el apoyo de sus respectivas cancillerías y en el último con menos injerencia de aquellas. Este nuevo fenómeno es encuadrado por algunos autores en lo que ellos llaman la paradiplomacia. Con el análisis del accionar de éstos actores quisimos averiguar cuál es el grado de evolución de los mismos teniendo en cuenta que los Encuentros son anuales y de ello poder extraer conclusiones que coadyuven al desarrollo de las regiones que los integran, lo que redundaría en una mejor integración en el proceso madre que es el Mercosur. Tanto la ZICOSUR como el Comité de Frontera NOA-NORTE GRANDE, son procesos desconocidos por las poblaciones de las regiones que participan de ellos. Por otro lado no existe una estrategia por parte de las regiones partícipes de los mismos, que les permita a estas zonas - alejadas de los centros dinámicos del Cono Sur -, aumentar su participación en las decisiones que se toman a nivel MERCOSUR. Además entre las elites participantes (sectores gubernamentales y privados), no existe tampoco una coincidencia de objetivos como pudimos apreciar en el último Encuentro ZICOSUR realizado en Tucumán.