En los últimos años, el escenario político latinoamericano ha sido testigo de una mayor participación política de los movimientos indígenas (Barrera, 2001). Un claro ejemplo lo constituyen, por un lado la llegada al poder de Evo morales de la mano del partido político MAS, cuya base esta conformada por el grupo indígena aymará en 2004 (Zalles Cueto, 2002). Por otro lado, en Ecuador, la movilización indígena a través del CONAIE fue fundamental en el derrocamiento de Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez (Olano Alor, 2004).
Es por esto que consideramos imprescindible comprender este fenómeno, para permitir mayores niveles de gobernabilidad (Messner, 2001) en la región. Con este objetivo, hemos intentado dilucidar las causas del surgimiento del movimiento indígena como un actor político de relevancia.