Con el fin de la Guerra Fría, y la iniciativa estadounidense formulada en Williamsburg, los países del Cono Sur, y especialmente Brasil y Argentina, comenzaron a redefinir sus políticas respecto a la seguridad, defensa y el rol de los militares en el contexto democrático. A fin de transparentar, precisar y explicitar las políticas de seguridad y defensa, en la década de los noventa, se elaboraron en los países de la región los Libros Blancos de la Defensa. A pesar de los esfuerzos por delinear sus propias políticas de seguridad, la falta de precisión y ambigüedades en la materia, se muestra en que no definen si el enemigo es interno o externo. A esta indefinición se le suma la aparición de las denominadas “nuevas amenazas”, y el debate sobre el rol que deben cumplir las fuerzas armadas en los países sudamericanos Esto hace que la controversia sobre el tema continúe, pero sin una visión estratégica a largo plazo, condicionada por acontecimientos coyunturales en el escenario internacional, y por la adhesión o el rechazo a las propuestas norteamericanas sobre la temática. El objetivo del trabajo entonces es analizar las distintas visiones de seguridad de Brasil y Argentina frente a los dilemas de la seguridad regional y las presiones externas.