La historia constituye una fuente casi inagotable de información, referentes, significados y ejemplos para las relaciones internacionales (RI). Podríamos resaltar muchas maneras en las cuales ambas se entrelazan; una de las más evidentes son los usos (y los abusos) permanentes que hacen los decisores y los líderes políticos para respaldar, justificar, legitimar o excusar decisiones en materia de política exterior. Podemos mencionar también cómo en muchas ocasiones la actuación internacional de los países se explica a partir de las representaciones que tienen de sí mismos y de sus historias nacionales; también encontramos intentos recurrentes por parte de algunos analistas e incluso de responsables políticos de identificar “leyes” que explicarían la permanencia de un sistema internacional como el caso de Paul Kennedy o de Jean Baptiste Durosselle con su teoría del auge y la decadencia de las potencias.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)