Los medios para hacer relaciones internacionales son múltiples. Uno de estos medios es la denominada diplomacia de los presidentes. En el Cono Sur, esta práctica diplomática ha sido fundamental para lograr inéditos niveles de cooperación e integración entre los países de la región. Las controversias de distinta índole, como por ejemplo las comerciales, han disparado crisis políticas entre los países de la región empujándolos a la diplomacia de los presidentes, entre otras cosas, para que la buena vecindad y las inmejorables relaciones bilaterales no se vieran afectadas. La Argentina utilizó varias veces este medio que en la coyuntura de un conflicto resultó apropiado para la superación del mismo. Pero las relaciones interpersonales, que es la base de la diplomacia de los presidentes, lo hacen a este medio frágil e inseguro para las relaciones interestatales. En la reestructuración de su política exterior, la Argentina debe tener en cuenta la fugacidad de la diplomacia de los presidentes, modificando su actitud para entender la región y, al mismo tiempo, para contribuir a sostener la cooperación a través de relaciones de menor personalización y de mayor institucionalización.