La instalación del Parlamento del MERCOSUR, el pasado lunes 7 de mayo, en el solemne escenario del Palacio Legislativo en Montevideo, es un hecho digno del mayor destaque, un motivo de orgullo para los uruguayos y una razón para alentar nuevas expectativas en torno al proceso de integración imprescindible para nuestra nación.
No ignoro, ni minimizo las dudas y las resistencias que esta nueva institución regional genera en sectores de la sociedad uruguaya y, tampoco lo soslayaré, en el seno de mi propio Partido Nacional. Se invocan razones que van desde la conveniencia y la oportunidad hasta la pertinencia constitucional de la adhesión uruguaya al Protocolo que crea el llamado Parlasur.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)