A pocos meses de la asunción del actual presidente, Néstor Kirchner, su gestión diagramó un documento titulado: “Bases para una Agenda Ambiental Nacional: Política ambiental sostenible para el crecimiento y la equidad”, donde se plasmaron los objetivos ambientales hasta el año 2007.
Estos planteos iniciales, así como la participación en foros internacionales en la materia, resultaron discursiva y formalmente positivos al valorar la relevancia de la temática. No obstante, la cuestión ambiental quedó fundamentalmente en el plano discursivo, así como las políticas doméstica y externa mostraron ser una respuesta a los compromisos adquiridos en el plano internacional, más que un verdadero intento por delinear una política ambiental de estado. Una prueba de esto, se puede observar en el hecho de que el gobierno se manifestó vacilante en su apoyo a la posición de la Asamblea de Gualeguaychú por el Caso Papeleras, hasta que los episodios cobraron relevancia nacional y regional, generando un impacto mediático para toda la comunidad.
En nuestro días y avanzado el conflicto es posible avizorar un cambio tanto en la política ambiental doméstica como externa, aunque el capítulo aún no esta cerrado.