Durante la década anterior al 11 de septiembre de 2001 se produjeron numerosos conflictos en todo el mundo sin que las potencias occidentales llegasen a definir los criterios estratégicos para tomar una decisión sobre una posible intervención.
Nohabía un planteo estratégico claramente definido como el de la guerra fría, y así resultó de confusa la respuesta occidental ante la descomposición de estados surgidos al calor del enfrentamiento Washington- Moscú, como ocurrió en las antiguas Repúblicas Soviéticas de Asia Central, el Cáucaso, y Yugoslavia. De ahí en más surgieron nuevos países a partir de la desintegración de Estados multinacionales que estaban solapados por los constructos del antagonismo Este-Oeste.
Frente a esto, nos preguntamos por el lugar que ocupa Europa como bloque de poder en el mapa político mundial, a partir de la Posguerra fría y la profundización de su integración.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)