La unipolaridad de la estructura confiere a Estados Unidos un poder cualitativa y cuantitativamente superior en el sistema internacional, extendiendo la brecha entre sí mismo y las potencias de segundo orden a un nivel inigualado históricamente. Esto le permite ser hegemónico en América, e influir sobre las políticas de otras regiones.
John Mearsheimer sostiene que Estados Unidos es hegemónico en su región, pero no a nivel global, dado que no tiene la capacidad de dominio sobre Europa, el Noreste Asiático y Medio Oriente. El objetivo de Estados Unidos, sería evitar el surgimiento de otro hegemon regional que contrarreste su poder, afectando así sus capacidades relativas.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)