La contribución de los valores culturales al desarrollo dinámico de un grupo de economías del Este de Asia en la segunda mitad del siglo XX continúa siendo objeto de debate entre los estudiosos de la región.
Después de la crisis financiera de 1997, la región volvió a la senda del crecimiento dinámico sin grandes mutaciones de su orden social y económico.
Existen tres grandes posiciones polémicas acerca de esta temática.
Una posición crítica considera que los valores culturales no pueden explicar el desempeño económico. Otra posición sugiere que los valores culturales predominantes en estos países son la “ética protestante” moderna e impulsora del capitalismo en el presente. Finalmente, una tercera posición también considera válido el rol de la tradición, pero argumenta que su importancia ha sido sobredimensionada.
El enfoque del presente trabajo se aparta de estas perspectivas. Presentamos el caso de Japón para mostrar primero, que la comprensión del vínculo entre sus rasgos culturales y el desarrollo económico requieren la incorporación al análisis de los atributos que el propio orden económico demanda y a los que la tradición cultural puede corresponder o no. En segundo lugar, exponemos cómo los valores culturales que influyen la conducta económica no permanecen inamovibles ya que pueden acoplarse a los cambios del entorno.