Hannah Arendt es reconocida principalmente como una ensayista política. Siendo muy difícil de ser encasillada en alguna corriente filosófica, fue influenciada principalmente por maestros como Edmund Husserl, Martin Heidegger y Karl Jaspers. Su obra se halla inserta en el marco de una reflexión más general sobre la noción de política en el mundo moderno, interrogando siempre sobre los núcleos esenciales de los conceptos políticos claves, como los de democracia, poder, violencia, autoritarismo o pensar. La importancia de retomar a Arendt para analizar las tensiones en el campo educativo actual, es que su visión ha traspasado los límites del tiempo y el espacio geográfico para ser considerada sumamente relevante en los posibles análisis políticos en la actualidad. En este sentido, Arendt se ha convertido en uno de los grandes pensadores del siglo XX, y como tal, sus aportes han perdurado en el tiempo precisamente gracias a su pensamiento independiente; la teoría del totalitarismo, sus trabajos sobre filosofía existencial y su reivindicación de la discusión política libre, que han generado que tenga un papel central en los debates políticos contemporáneos, y en este acontecer, la educación no queda afuera.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)