Resulta difícil dar cuenta del pensamiento de Jorge Huergo. La inmediatez de su desaparición física nos duele y a la vez convoca, aunque más no fuere, a una muy modesta y provisoria referencia a algunos aspectos de su obra. Sabemos que será enriquecida en amplitud y profundidad en los tiempos venideros.
Tal vez por su cercanía a nuestras vidas referimos a las contribuciones de su labor como docente e investigador, escogidas de entre las muchas e infatigables experiencias que transitó en su camino y que pudimos vivenciar como colegas, compañeras y también alumnas. Esta dinámica combinatoria de posiciones compartidas que nos involucraron en distintos trayectos de construcción conjunta se vincula en alternancia y constituyen múltiples facetas expuestas a su reconocimiento. Pero en cualquiera de ellas pudimos sentir y apreciar sus saberes, su orientación, su escucha respetuosa, sus interpelaciones y la siempre disponibilidad, abierta para el análisis y la intervención.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)