Los Estados participantes de la guerra desencadenada en 1914 estaban esperanzados en que el conflicto bélico fuera rápido, corto y que finalizara en unos pocos meses. Por supuesto, no imaginaron que se prolongaría hasta 1918 y que cambiaría completamente la historia mundial. El conflicto iniciado en Europa adquirió dimensión mundial al expandirse hacia otros continentes involucrando a Estados de Asia, África y América. Los enormes progresos desarrollados durante el siglo XIX en los campos científico y tecnológico fueron puestos al servicio de las estrategias militares, orientados a efectivizar las nuevas formas de enfrentamiento y utilizados con sorprendente intensidad con fines destructivos. La participación de la población civil en un contexto de violencia extrema, la destrucción material que conllevó y sus desastrosas consecuencias, le proporcionaron el apropiado calificativo de Guerra Total.
(Párrafo extraído del texto a modo de resumen)